Hace unos días Teba y Olivia nos sorprendieron con un calendario muy original, de cosecha propia, que habla mucho de lo que se puede conseguir a base de constancia y tesón.
Con 365 pinzas decoradas, un poco de hilo y unos lazos de colores se puede conseguir una pequeña obra de arte, con forma de original calendario. No nos cabía bien colocado en clase, por eso lo compartimos con todo el colegio en el pasillo que está al lado de la biblioteca.
Un año nos parece a veces un suspiro (sobre todo a los mayores), pero mirando este colorido calendario vemos que tiene muuuuuuchos días, que podemos ir llenando de tareas y esfuerzos que nos hagan crecer poco a poco como personas auténticas. No podemos perder ni un segundo...